REPÚBLICA DEL PERÚ
Universidad Nacional del Altiplano. Facultad de ciencias de la Educación. Escuela profesional de Lengua Literatura Psicología Y filosofía.
LITERATURA REGIONAL ALTIPLÁNICA
Puno, marzo del 2012
PRERSENTACIÓN
Esta investigación monográfica busca realizar un panorama general de uno de los ilustres intelectuales de la vanguardia indigenista puneña. Así mismo es un análisis interpretativo social, literario de una de los relatos del collao escrita por mateo Jaika,(el Ajjachiri) publica da en el boletín titikaka del segundo tramo, como vocero de la realidad indígena del Perú profundo a nivel de la región altiplánica, como un conjunto de manifestaciones culturales, filosófico social, literario a nivel de puno. Me esmero realizar este trabajo como un material de consulta para las próximas generaciones para las cuales me ciento grato.
1) Mateo Jaika Y el grupo Orkopata en la vanguardia indigenista: contexto social nacional
El grupo Orkopata enuncio su proyecto en el boletín titikaka poniendo especial énfasis en la representación de la mayoritaria población quechua y aymara de Puno que había logrado alcanzar su propio dinamismo. Asimismo constituyó un discurso de autorrepresentación, paralelo a su representación del indígena, que delataba los defectos de la modernización. Las denuncias reiteraban el hecho de que, en lugar de resolver los problemas claves de la región, el gobierno de Leguía había creado conflictos y agravado la situación regional con su voluntad homogeneizadora que puso en condición similar de subalternidad a los intelectuales mestizos i a los indígenas. En ese sentido, luego de marcar distintas posiciones críticas frente a la modernización del “oncenio,”, el boletín planteó una serie de políticas alternativas partiendo de la pretensión que el grupo Orkopata hablaba por los indígenas. (Zevallos A. Juan Ulises; 2002:11)
2) La representación del indígena en la nueva narrativa de presentar al nuevo indio
En el sentido de “presentar de nuevo” al indígena como un ser humano que poseía una cultura compleja y distinta y que ejercía sus deberes y derechos como un cualquier ciudadano común; el grupo utilizó dos narrativas estrechamente vinculadas. La primera es una narrativa etnográfica exotista dirigida a agradar a los lectores urbanos; la segunda es una narrativa de reindivicación que justificaba el comportamiento ce los indígenas. Ambas narrativas buscaban contrarrestar los discursos que satanizaban al “movimiento indígena” antes de 1925 y neutralizar el discurso de deshumanización del indígena que tenía un origen colonial. Ninguna de ellas hace referencia al poder de gestión violento de los indígenas. (Zevallos A. Juan Ulises; 2002:24)
3) La estrategia narrativa de mateo Jaika y el grupo Orkopata
La estrategia que usaron era una narrativa que dependía de una retórica exotista que hacía que lo extraño y ajeno de esta cultura se volviese cercano y familiar, y de una postura etnográfica que trataba de combatir el exotismo exagerado para evitar que la vida cotidiana del indígena fuera interpretada como propia de una mentalidad primitiva. En los artículos del “Ajjachiri” de mateo Jaika, y otros autores se pone énfasis en la descripción de personajes, costumbres y ritos indígenas únicos y diferentes. Asimismo, se enfatiza la descripción del territorio y de su flora y fauna, extrañas y peculiares para hacer interesantes y atractivos los artículos.
4) La vida de Mateo Jaika:síntesis biográfico y el descubridor de su talento
Víctor Enríquez Saavedra, quien escribió bajo el seudónimo de Mateo Jaika, nació en Puno el 24 de mayo de 1900, huérfano de padres a muy tierna edad, creció junto a su abuela materna, donde la misma lo crió en un ambiente de moral rígida y buenas costumbres, como la anciana era cristiana, se sabia de memoria la historia de los Santos, esmeradamente de Cristo, los Apóstoles, San Francisco de Asís, Santa Rosa de Lima, cuyas vidas consagradas al bien de la humanidad, le relataba noche a noche, haciendo desfilar la persecución de los católicos por lo paganos, como en una pantalla cinematografía, tal vez ello haya despertado en Jaika su desmedida afición por el relato.
Jaika fue descubierto por Gamaliel Churata, el gran escritor puneño, quien a la vez fue su maestro y guía. José Carlos Mariátegui lo lanzó al mundo intelectual, publicando sus primeras narraciones en el número 18 de su prestigiosa revista “Amauta” (1928) con el sub titulo de “Relatos Aymaras”; luego aparecen sus colaboraciones en revistas selectas de la Capital de la republica como “Expresión”, “Cultura Peruana”, “La Sierra” “Folklore”; así como en la revista de los Institutos Americanos de Arte del Cuzco y Puno.
Las producciones de Jaika han sido transcritas en 5 antologías: En “Biblioteca de Cultura Peruana” en 12 tomos, en la que aparecen junto a López Albujar, Ventura García Calderón, Abraham Valdelomar, y otras valiosos firmas; en “Antología de Letras Puneñas”; en “Cuentos Peruanos para Niños”, “El Cuento Puneño”; en “El cuento Puneño”, y en “Nueva Imagen del Cuento Sur Peruano”.
Su cuento “Kasarasiri” de Jaika, ha sido traducido al alemán por Rudulf Kaltofen y publicado en Berlín.
Puede clasificarse a Jaika dentro de la vanguardia indigenista en el Perú, su cuento y relato siempre trata del campo, la vida rural, la pampa, la puna, el lago, el frío, con un estilo simple y popular; fue parte del mayor movimiento literario y artístico del Altiplano Peruano, el “Grupo Orkopata”; Mateo Jaika falleció el 4 de Setiembre de 1977 en la ciudad de Arequipa.
Obras:
Publicó el libro de cuentos "Kancharani", y una novela que ha sido editado recientemente “El Qolla” y muchos de sus relatos han sido traducidos a lenguas extranjeras. "Los pescadores del Titikaka",
"Las Lechuzas", son cuentos dignos de una antología nacional, por su profundidad y por el manejo del lenguaje. Sin ninguna duda, Mateo Jaika, junto con Emilio Romero son los narradores más dotados y talentosos de esta etapa. Toda su producción ha sido reimpresa en Lima, en 1969, con el título de "Relatos del Collao", con un esclarecedor prólogo del maestro de la crítica literaria en el Perú, don Estuardo Núñez”. (Padilla, Feliciano; 2005: 242)
5) Análisis e interpretación del “AJJACHIRI”
a) El relato literario
El Ajjachiri es una narración por que cuenta una historia sucedida, acciones, personajes, y un encadenamiento de escenas completas con un principio y final. En esta narración existen descripciones magníficas como:
“Tratábase de domar al potro canelo, á ese sunicho de pujanza y fuerza invencible, animal andino que no había perdido su instinto de bruto salvaje, creciendo sin ley ni trabas, a aquel que el temor nombra uri warkka bajo deporte, redondo, de larga crin, de pelo lanudo, de orejas pequeñitas e inquietas, y de agilidad y fiereza de gato montés. Caballo de sangre guasa tunquipeña, trepador de cerros. Cazador de wanaqus vicuñas, zorras, zorrinos y avestruces, compañero inseparable del hombre que, por desgracia, nació cuatrero…” (Jaika Mateo; 1929: BT-31)
b) El narrador
El relato posee un narrador protagonista de diario secundario, es decir se identifica como un personaje de visión parcial- y de participante en los acontecimientos. Así como:
“Serví el asado jugoso con rajas de cebolla y ají molido; y estaba tan suculento y nosotros tan sobrios, que entre charla y charla nos chupamos hasta los dedos. Al terminar Benito saco de su alforja una botella de cañazo, y en una copita de asiento rota que también saco le embito a mi padre y comenzaron a libar. También embítole cigarrillos bolivianos, para luego íntimamente disponerse apitar y coquear” (Jaika Mateo; 1929: BT-31)
c) Voces y perspectivas del relato
Son los diferentes tonos de voz de los personajes (emociones y sentimientos) que realiza el autor e incluso del narrador. Ejm:
Silencio, asombro y melancolía
“En ese instante supremo en que el hombre y la bestia disputaban su poder, los ayllunos dejaban de respirar para no turbar la dicha de su expectación, y algunos tenían deseos de llorar al sentirse tan pequeños ante la grandeza de ese hombre tan feroz, ante ese hombre modelado por las tempestades que desde niño jugo con la waraka el liwi, ante aquel diestro cazador de chichillas y cóndores y ladrón delas sinfonías y melopeas delos andes.” (Jaika Mateo; 1929: BT-31)
Alabanza y admiración
“_ ¿penrejo, ese cojoro?_ dijo uno ante la valentía del domador
_el laikka, aseguró otro en el colmo de la admiración.” (Jaika Mateo; 1929: BT-31)
D) Tema
El tema de la narración es la figura del domador de bestias salvajes de la región quien con grandes hazañas logra convertir en manso al caballo (canelo) en la fiesta de la virgen quienes todos los pobladores acorralan a las bestias para ser domadas.
-Subtemas: las costumbres delos pueblos como la veneración ala virgen los injertos de llamas y alpacas (warisos) preparación de platos típicos, etc.
e) Tiempo narrativo
El tiempo del “Ajjachiri” es según la narrativa tradicional es de carácter lineal (antes, durante y después) y de resumen porque abrevia un tiempo para continuar la historia
En el plano profundo el relato esta narrada en el tiempo pasado perfecto como por ejemplo:
“La pampa, que en la variación de estaciones tan luego se tornen reseca o florida, en la época de la doma y el engendro es un mar inmenso, verde por los pastos y la gramilla.
Casi en un día de esos, cuando yo y mi madre en los corralones de nuestra estancia dábamos fin á la faena de injertar llamas con alpacas para obtener warisos, por entre la niebla viólasela a la hora de oración, se nos presento el domador Benito Kaira, montado en su chojjchi tordillo, con largo poncho y duras carabotas.
-Camisajstasa,-saludó.
-Waliqui -le contestó mi padre, algo desconfiado por creerle uno de tantos cuatreros que merodean por estas altiplanicies .Pero al reconocer el escogido arreo de su silla, se sinceró.” (Jaika Mateo; 1929: BT-31)
F) Nivel del lenguaje narrativo: Culto literario con neologismos regionalismos como:
1. Warisos : Ingerto de llama y alpaca.
2. Chojjchi : Ordinario.
3. Karabotas : Polainas.
4. Camisajtastasa : Cómo estás.
5. Waliqui : Bien.
6. Tanoso :Lanudo
7. Ajjachiri :Domador de bestias salvajes
8. Kantuta :Arbusto puneño
9. Ayllus :Parcialidades
10. Imillas :Jovencitas
11. Kirki :Charango con caja concha de armadillo
12. Jaukka :Cuatrero
13. Cañazo :Alcohol aguado
14. Mechachuwa :Candelero de barro cocido
15. Tunquipeño :De tunquipa
16. Chiwanku :Chirote
17. Chayñita :Jilguero
18. Achachilas :Altos picachos que los indígenas consideran genios
19. Enchullados :Engorrados
20. Los kollas :Nombre que se les da a los naturales del Titicaca
21. Lluhtu :Perdiz
22. Sunicho :Cordillerano
23. Uri :Salvaje
24. Warkka :Feroz
25. Chujjlla :Choza
26. Waraña :Honda
27. Liwi :Boleadoras
28. Laikka :Hechicero
29. Kamake :Zorra
30. Wayku :Hondonada
31. Chuwas :platillos
(Jaika Mateo; 1929: BT-31)
g) -Personajes principales
Benito Kaira : Es el domador de bestias, que llega cierta temporada, es de aspecto físico muy fuerte… sus hazañas son asombrosa y para su pasatiempo posee su kirki.
El narrador : Actúa como hijo es quien junto a su padre reciben al Ajjachiri para alojarlo en su chujlla, es quien le alcanza la faja en el momento en que Benito empieza a domar a canelo.
El padre : Dueño de canelo quien da buenos tratos al Ajjachiri para que este se lo prepare ala bestia para el trabajo.
Canelo : El caballo, muy fuerte, casi vence al domador.
-Personajes secundarios
Genuario, el pueblo, etc.
h) Época
El relato pertenece al siglo xx ala corriente vanguardia indigenista puneña.
i) Lugar, escenario
Los sucesos ocurren en la región altiplánica, en la temporada del abastecimiento de los productos, las pampas están cubiertas de pastizales, etc.
j) Estructura del texto
La narración está dividida en dos partes; en la primera parte se realiza una presentación de la historia, terminando con el alojamiento a Benito Kaira; la segunda parte narra sobre la acción del Ajjachiri.
K) Argumento
En la temporada de injertar llamas y alpacas, en la época de abastos, en donde el grano, etc. es abundante vimos yo y mi padre bajar de un caballo aun Ajjachiri que al principio era un desconfiar. Luego de cobijarlo en nuestra casa, en la cocina, al lado del fogón se puso a chacchar la coca junto con mi padre y tocar el kirki, mientras yo asaba carne de alpaca.
El Ajjachiri había venido para domar aun potro que habíamos criado que se llamaba canelo es así que esperamos hasta el día de la fiesta de la virgen para la acción de Benito.
Cuando el día había llegado, con una hazaña increíble, casi como de obra de arte, Benito empezó a realizar su tarea. Como un laikka, como si fuera poseía de poderes sobrenaturales domaba a canelo que se ponía bien bravo. Al terminar la acción algunos amigos se maravillaron del talento que poseía hasta que mi padre condujo a Benito a la chujlla para servirle chuwas de alcohol, empezando él a tocar sus lamentos con el kirki.
l) Conclusiones
-Mateo Jaika es uno de los narradores junto con Emilio Romero que en la que se reflejan la vanguardia indigenista
-Además del Ajjachiri en el Boletín Titikaka, segundo tramo esta publicada de un relato magnifico: llamada sirena encantadora cuyo análisis correspondería a otra investigación.
-Los pescadores del titikaka, sirena encantadora, Ajjachiri, etc nos muestran la vida real de puno con toda su cultura; en la que el indio esta insertado en la naturaleza y es parte de ella sin destruirla, etc.
-según Cinthia Vich en “indigenismo de vanguardia en el Perú: un estudio sobre el boletín titikaka; PUCP2000” afirma:
“Los nombres que aparecen con más frecuencia en el boletín titikaka son los de los hermanos peralta, Luis de Rodrigo, Dante Nava, Inocencio Mamani, Mateo Jaika, Emilio Vásquez, Benjamín Camacho y francisco Chuquiwanka.
-la narrativa, a diferencia de la poesía, la narrativa de ficción no tiene presencia en las paginas del boletín titikaka; sin embargo, es importante considerarla ya que presenta características bastante distintas en comparación con los textos poéticos, con solo poquísimas excepciones, los textos narrativos son bastante tradicional y están completamente dedicados al tema regional, incluso se podría decirse que algunos son muestras típicas de la literatura costumbrista pre vanguardia, un ejemplo es el Ajjachiri (BT31;1-2)de mateo Jaika. Es una extensa narración que retrata la figura del domador de bestias salvajes de la región amarillando Ajjachiri, ala manera del costumbrismo, la narración se preocupa por ofrecer un cuadro regional informativo, sobre los personajes, las costumbres , y otros elementos de la cultura local. Así se describe la tradición del uso de la coca, la fiesta de la virgen y la música regional. La intención documental aparece claramente el detalle con el que se hacen algunas de las descripciones:…”
REFERNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
PADILLA, Feliciano padilla: Antología comentada de la literatura puneña. Lima: Fondo editorial de cultura peruana, 2003.
TORO MONTALVO, César: Manual de literatura peruana
VICH,Cynthia: Indigenismo de vanguardia en el Perú: Un estudio sobre el boletín Titicaca; pontificia universidad católica del Perú ,2000.
CACERES MONROY, Juan Luis. La poesía indigenista de puno. Puno1972.
ZEVALLOS AGUILAR, Juan Ulises. Indigenismo y nación. Los retos ala representación de la subalternidad aymara y quechua en el boletín titikaka (1926-1930)
Jaika, Mateo. El Ajjachiri: boletín titikaka, 31-2
TORO MONTALVO, César: Cómo enseñar literatura: Editorial San Marcos, 2003.
ANEXO
EL AJJACHIRI
La pampa, que en la variación de estaciones tan luego se tornen reseca o florida, en la época de la doma y el engendro es un mar inmenso, verde por los pastos y la gramilla.
Casi en un día de esos, cuando yo y mi madre en los corralones de nuestra estancia dábamos fin á la faena de injertar llamas con alpacas para obtener warisos (1), por entre la niebla viólasela a la hora de oración, se nos presento el domador Benito Kaira, montado en su chojjchi (2) tordillo, con largo poncho y duras carabotas (3).
-Camisajstasa (4),-saludó.
-waliqui(5) -le contestó mi padre, algo desconfiado por creerle uno de tantos cuatreros que merodean por estas altiplanicies .Pero al reconocer el escogido arreo de su silla ,se sinceró.
-No te había conocido, hijo-y cogiendo las bridas le ayudó a desmontar.
Mientras llevé el caballo para atarlo en el pastal, mi padre condujo á Benito á la cocina, seguido de los perros que meneando el rabo tanoso (6) y olfateando las alforjas iban tras ellos.
Penetré también y fui derecho al fogón á asar unas costillas de oveja y preparar un mate para el frío.
Mi padre colmaba de halago el Ajjachiri (7), dándole puñados de coca dulce y hablándole con familiaridad aymara.
Cuando la bosta húmeda crujía en el fogón y la carne sobre las brasas, Benito salió a desensillar su tordillo. Benito era un mozo encariñable, uno de esos hombres que han nacido con el privilegio de hacerse querer y admirar; hombres que a la apariencia se muestran dichosos, pero, que, en el fondo llevan torturada el alma; per ese revés; por eso contra peso de la dicha que junto la felicidad llevan los hombres .para el caso, a este le estaba destinado rodar tenia su naturaleza necesidad de vagancia, y por eso gustaba de la vida de aventura. Su instinto le tiraba rodar a como a la zorra le tira lanzarse sobre la presa. En el se hiso instinto, algo así como urgencia orgánica y rodaba, coma la hoja arrebatada por el viento. No podía jamás cimentarse con las rocas ni echar raíces coma la kantuta (8), ni inmovilizarse como los ídolos monolíticos, por mas que en todos los ayllus (9) no, le ofrecían estancia y ganado y, en aras de sacrificio, algunas imillas (10) sus carnes duras para el placer y su trabajo para la lucha por la vida. ¡No! El no podía cimentarse y cumplía su destino, el del ave: volar, ganar distancias, espacios; aparecer como las auroras y perderse como los crepúsculos. Comprendía esta cruel fatalidad de su destino pero, a pesar de cumplirlo resignado, para ahogarlo, cantaba sus penas, acompañado de su kirki (11).
Mientras Benito volvía con el apero los pellones de oveja, las caronas y los lazos de doce varas, mi padre me hizo entender que ese hombre era digno de admiración y respeto. Y en efecto, cuando, `penetrando por la puerta liliputiense ensombreció el aponcento con su cuerpo jaukka (12) ¡sentí un raro temblor!
Serví el asado jugoso con rajas de cebolla y ají molido; y estaba tan suculento y nosotros tan sobrios, que entre charla y charla nos chupamos hasta los dedos. Al terminar Benito saco de su alforja una botella de cañazo (13), y en una copita de asiento rota que también saco le embito a mi padre y comenzaron a libar. También embítole cigarrillos bolivianos, para luego íntimamente disponerse apitar y coquear
La noche avanzó veloz y inundando la cordillera de una lobreguez singular. La luz mezquina dela mechachua (14) se alimentaba con cebo de llama. Gateaba en la choza haciendo variar de forma nuestras caras y cosas.
Presa de la borrachera que produce la cocaína, Benito sintió pesada la carga de sus penas sin que nadie le insinuara toma el charango y comenzó a temblar.
El kirki simbólico de tumquipeño (15) es el instrumentito cuyas armonías tienen privilegio de dar vida al as piedras y adormecer a los seres vivientes, se ase de una concha de kirkincho y se pone wayruros por ojos .cuerdas de alambres de carretilla y de tripas de chiwanqu (16) Benito por cariño y gusto singular adorno además el suyo con delgada cinta peruana que colgó del clavijera.
El Ajjachiri libó otras copas con mi padre, y enamorado de la música y apasionado de su armonía comenzó el punteado, y, luego, con el índice arranco del diminuto instrumento un raudal de notas cristalinas, vivas, dominantes, cual entona el viento en la paja brava, cual encanto del chaiñita (17), o el conjunto armonioso que forma el monte virgen con su expresión del mas hondo sentir humano! A ese ritmo danzan las flores humildes de la puna; todos enceres cobran vida; se mueven, se agitan. Lafuente, el viento, el arroyo, la selva, el monte, el hombre, las planta y hasta las aves cantan con el, diríase que cantan en conjunto todas las armonías del universo……luego cuando deja vagar el espíritu, ebrio de sentimiento, presiona mas duro el cuello del kirki chillador y en aymara canta:
¡Soy como el mochuelo
que desde que aprende a volar
donde se cierra la noche Siente a llorar!
¡ cuánto , sentimiento derrocha esa alma obscura!¿acaso en el dolor de ese canto ingenuo , no hay un requisito contra dios , contra el destino? esa canción dulce , ingenua sentimental , sumiónos en un completo abandono mi padre se dejo invadir de recuerdos y de ansias de sufrir y yo me perdí en el mundo de idealidad que cantor abrió ante mi. Todos, mudos, como si hubiésemos dejado de respirar, como asistiéramos en un ritmo dela raza, escuchábamos al prodigioso cantor, que esa noche nos hizo dormir arrullados por bárbaras melodías.
II
Una semana después, el día dela doma se vistió de fiesta.
La pampa verdusca, raza, inmensa, bajo la calcomanía delos achachilas (18) enchullados (19) de armiño, se extendía como una alfombra para la virgen, sembrada de florecillas.
Las gotas de roció que esparce por los campos el serenos de la noche, comenzaron a brillar con sus cambiantes irisados.
Jaquimas, aperos, bozales y cabestros, llenaban la estancia de alegría por un alegre trajín de fiestas. Los collas (20) eternamente taciturnos cruzábanse sonrientes de aquí para allá de allá para aquí.
La tropa abandonada por mucho tiempo por las pampas y cerros del ande, habían vuelto a su estado salvaje, primitivo e, inquieta y feroz rugía al menor ruido, comaouna sola fiera.
Desde la llegada del donador todos los hombres del ayllu abíamonos ocupado en acorralar caballos, mulas y burros montaraces para que Benito les dejara mansos y utilizables.
Esa mañana, desde muy temprano los amigos comenzaron a invadir nuestra estancia, llevando. Huevos de lluhtu (21) leche de oveja, carne de wanaqu y quesillos de obsequio para el Ajjachiri
Todos querían hacer domeñar sus potros con aquel hombre de artimaña singular que sabia dejar en cada bestia pasada por sus manos el sello de su maestría.
Hasta el medio día la gente no ceso de poblar el caserío de alboroto, consus charlas picantes y estruendosas carcajadas.
_ domara mis criollas, decía uno.
_yo quiero una sillonera para viajar al valle, otro.
_pero sino aprovechan esta oportunidad, ni la punta de la cola le vendrá a este zorro, aseguro un tercero.
Mientras así charlaban los amigos, el amansador reparaba su apero adornado con argollas y chapeos de plata, las correas de cuero crudo de los estribos de jaquima de bozal nudados y las karabotas, armas de mil combates.
Tratábase de domar al potro canelo, a ese su nicho (22) de pujanza y fuerza invencible, animal andino que no había perdido su instinto de bruto salvaje, creciendo sin ley ni trabas, a aquel que el temor nombra uri (23) warkka (24) bajo deporte, redondo, de larga crin, de pelo lanudo, de orejas pequeñitas e inquietas, y de agilidad y fiereza de gato montés. Caballo de sangre guasa tunquipeña, trepador de cerros. Cazador de wanacus vicuñas, zorras, zorrinos y avestruces, compañero inseparable del hombre que, por desgracia, nació cuatrero……
Esperábase la doma de ese animal como se espera el desenlace de un gran acontecimiento. Con el ansia inquietante que se espera un duelo. ¿Acaso podría ser de otro modo la lucha titánica entre la serenidad humana y la violencia bestial?
Al fin de ajjachiri, el hombre que tiene algo de diablo, salió dela chujlla (25), haciendo campanearlos estribos del metal para depositarlos en la perka. Bestia fogón corto de cordellate azul, con solapa de felpa verde y botones de plata; pantalón de alpaca blanca; las cara botas de dieciséis hebillas que le llegaban hasta la terminación de las piernas; sombrero ovejón arremangado; y por faja un chal de mil colores.
Sereno, seguro de si, como se si tratase de atar un cordero, tomo un lazo de doce brazadas y se dirigió al canchón delas bestias. Los potros de tres años al ver le rugieron, e intentaron lanzársele a mordiscos y manotones, pero, no le dio ninguna importancia. Pasó un extremo por la argolla que pendía del otro y batiéndole varias veces por de su cabeza, lo lanzo por las patas de la tropa que se atropellaba. Inmediatamente rodeóce la cintura con el otro extremo que quedo en su mano, se afirmo en la pierna izquierda; se agacho un poco y tiro, el canelo dio un salto formidable y luego ligado alas cuatro patas coma una fiera herida se desplumo en el humano.
_ Te judiste, gritó Benito y lanzándose sobre el animal, echó un nudo el gazada y lo vendó con la chalina que llevaba colgado al hombro.
El martincho se monto en el cogote para ayudarle a ensillar. Yo le alcance la faja, las caronas y el apero. Yen un!tris! estuvo listo.
Mi padre y el genuario montaron las madrinas y se aseguraron de los estribos con sus pulgares e índices de sus pies descalzos.
El ajjachiri arranco tres cerdas dela frente del canelo y se las embutió en la boca, con unas hojas de coca y un trago de alcohol de cuarenta grados.
Los aficionados no perdían de vista ni los mas mínimos detalles del domador.
Las demás bestias rompieron los canchones de perka , se desbandaron y perdieron en la inmensidad de la pampa verde, haciendo a viento sus colas y crines salvajes.
Benito monto al canelo se aseguro el barbuqueo, izo correr la ligadura y le quito la venda. La fiera despertó como de un sueño. Dela posición en que estaba dio un salto, otro, otro, otro y otro y brinco la perka ya en la pampa verde y pareja dio saltos, corcovos sentadas, patadas y cabezazos para desprender de su lomo al garrapata que se le había prendido; pero, todo en vano! Benito dejo al animal en libertad de procedes como quisiera, comprendiendo que ello era lomas conveniente.
En ese instante supremo en que el hombre y la bestia disputaban su poder, los ayllunos dejaban de respirar para no turbar la dicha de su expectación, y algunos tenían deseos de llorar al sentirse tan pequeños ante la grandeza de ese hombre tan feroz, ante ese hombre modelado por las tempestades que desde niño jugó con la wuaraña(26) y el liwi(27), ante aquel diestro cazador de chichillas y cóndores y ladrón delas sinfonías y melopeas delos andes .
Tras forzada lucha se vio ala tierra de caer. La serenidad humana triunfo sobre la violencia bestial. No obstante la bestia vencida se lanzo impetuosa al carrera siega metiéndose en zanjas arroyos y hondonadas. Esto esperaba Benito para darle las sentadas quebradas, y en cada una de estas, el animal encogía las patas traseras, y tras un impulso máximo da un salto mayor y seguía corriendo, indomable, bravío ni una nube de polvo, ni el más leve soplo del viento surcaba por el cielo. Pareciera que hasta la naturaleza se hubiera quedado suspensa por ese instante.
_ ¿penrejo, ese cojoro?_ dijo uno ante la valentía del domador
_el laikka (28), aseguró otro en el colmo de la admiración
_si tiene la cola del canaque (29)otro .todos, pues, atribúyanle un privilegio sobrenatural, algo de maleficio y brujería era Benito curtido de relámpagos, arropado de viento , modelado por las violencias de la tempestad; tenia el vértigo de la inmensidad ; la pampa le llamaba , y el buscaba la pampa para galopar, para satisfacer ese deseo que era sustancial a su vida .
Al notar que Benito se perdió en un wayqu (30) y que los madrineros se quedaron en media pampa comenzaron a presenciar una desgracia .luego se propago el temor. Todas las caras risueñas se tornaron mustias. Pero cuando menos lo pensamos. Cuando ya la creímos desbarrancada en algún precipicio o estrellado contra las rocas debimos aparecer pro el otro lado del caserío.
Desmonto del potro mojado y tembloroso; y palmoteándole los hijares se dirigieron a mi padre y le dijo.
_!casi me a judido! Todos le abrazamos.
La tarde languidecía. El sol se fugaba arrastrando su poncho de colores por los altos cerros poblados de misterios, hiendo a acostarse en la lejanía violácea de las montañas del occidente. Mientras mi padre y otros viejos conducían hacia la chujlla donde le hicieron beber chuwas (31) de alcohol y el arranco sus mejores lamentos al kirki…
1. Injerto de llama y alpaca.
2. Ordinario.
3. Polainas.
4. Como estas.
5. Bien.
6. Lanudo
7. Domador de bestias salvajes
8. Arbusto puneño
9. Parcialidades
10. Jovencitas
11. Charango con caja concha de armadillo
12. Cuatrero
13. Alcohol aguado
14. Candelero de barro cocido
15. De tunquipa
16. Chirote
17. Jilguero
18. Altos picachos que los indígenas consideran genios
19. Engorrados
20. Nombre que se les da a los naturales del Titicaca
21. Perdiz
22. Cordillerano
23. Salvaje
24. Feroz
25. Choza
26. Honda
27. Boleadoras
28. Hechicero
29. Zorra
30. Hondonada
31. Platillo
martes, 20 de marzo de 2012
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